Tirarse de cabeza: ¿cuándo y cómo?

Domingo 25 de Agosto del 2019

Imagen que muestra a un deportista tirándose de cabeza a la piscina.

En la imagen, un deportista practicando la técnica de salto desde el poyete de la piscina. (FOTO: David Arrocha López).

Tirarse de cabeza al agua requiere un aprendizaje. Sin embargo, no todo el mundo debe aprenderlo. Jose Zaragozá-Sevilla, profesor de Educación Física, graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y entrenador superior de Natación, explica el porqué.

En primer lugar, dependiendo de para quién esté dirigida la enseñanza de la técnica de tirarse de cabeza se aconsejará realizarla o no. Desde el deporte de competición -en este caso de natación-, es una técnica que se debe aprender, ya que la salida más el movimiento ondulatorio subacuático (MOS) puede ser determinante para ganar, sobre todo en distancias de 100 y 200 metros libres y mariposa.

Ahora bien, afirma el experto, “no es necesario este tipo de enseñanza para la población en general, la cual tiene el hábito de nadar asiduamente, o incluso en cursos de natación destinados a niños de todas las edades y adultos, pero sin pretensiones de competir. Para entrar dentro del vaso de agua en una piscina siempre se suele recomendar entrar por las escaleras o, en su defecto, sentado, o incluso, lanzarse de pie (siempre después de ducharse)”.

Por otro lado, Zaragozá-Sevilla recuerda que  “cuando vamos al medio natural -ya sea un río, una balsa, un lago, una playa, etc.- se puede ver muchas veces a niños, jóvenes y adultos lanzarse de cabeza al agua desde diferentes alturas (por ejemplo, desde una piedra o un saliente de una roca). Esto provoca accidentes indeseados, generando traumatismos de todo tipo (craneoencefálicos, fracturas de muñecas o brazos, lesiones de médula espinal, etcétera) llegando a producir trastornos a nivel motor, sensorial, e incluso la muerte”.

Precauciones

Aun así, en el caso de que alguien que no sea deportista especializado en natación se lance de cabeza al agua, el experto indica que hay que tener una serie de precauciones:

  • Nunca hay que tirarse sin tener conocimiento de dónde vamos a lanzarnos. Es necesario controlar la profundidad del medio acuático y la distancia desde la que vamos a tirarnos (ya que la tensión superficial del agua más la velocidad que se consigue por el impulso y la fuerza de la gravedad pueden provocar serias lesiones, si no caemos bien).
     
  • Además, el medio acuático en el entorno natural es cambiante. Es decir, hoy puede no haber nada justo debajo de donde nos vamos a lanzar y al día siguiente puede haber una roca justo en el lugar donde se cae al agua, provocando lesiones.
     
  • Si nos lanzamos al agua de cabeza no hay que separar los brazos en el momento de entrar, ni doblar las muñecas impactando en el agua con la palma de la mano.
     
  • Tampoco hay que dejar el cuerpo flácido para entrar al agua, ni flexionar la cadera. Hay que hacer la entrada en posición de flecha.

Pasos para aprender a tirarse de cabeza en la piscina

En principio, según Zaragozá-Sevilla, los pasos a seguir de una de las técnicas (la denominada “salida de agarre”) para el deporte de natación serían estos y siempre se suelen realizar desde el poyete de salida:

  1. Preparados: posición estática en la que el nadador espera la señal de salida (o estímulo) para reaccionar en el menor tiempo posible. El centro de gravedad del cuerpo debe estar lo más adelantado posible y el cuerpo en general con una cierta tensión muscular para reaccionar en menos tiempo.
     
  2. Desequilibrio: el nadador desplaza su centro de gravedad hacia delante empujando con sus manos en el poyete hasta que estas se separan, mientras se flexionan los codos y extiende el hombro. El cuerpo debe sobrepasar el borde anterior del poyete antes de despegar las manos.
     
  3. Inicio del impulso: el nadador mueve sus brazos adelante y abajo, mientras piernas y tronco rotan con relación al borde anterior del poyete hasta que todo el cuerpo se encuentra por delante del poyete con las rodillas flexionadas a unos 90 grados y las pantorrillas horizontales.
     
  4. Impulso de las piernas: se produce el impulso con las piernas (extendiendo explosivamente piernas y cadera), empuñado el cuerpo hacia delante en dirección horizontal, levantando la cabeza y dirigiendo los brazos hacia el agua.
     
  5. Vuelo: el nadador se desplaza hacia delante y abajo, mientras prepara su cuerpo para la entrada. La trayectoria del centro de gravedad es la segunda mitad de una parábola. El cuerpo rota flexionando ligeramente la cadera o bien manteniendo el cuerpo extendido. Al despegar los pies del poyete estos se separan hacia arriba con gran rapidez.
     
  6. Inicio de entrada al agua: contactan las manos con el agua para luego entrar brazos, cabeza y tronco, estando el cuerpo y los brazos alineados con un ángulo de 45 grados con la superficie del agua.
     
  7. Final de entrada al agua: entrada de caderas y piernas, que se encuentran extendidas y a 45 grados con la superficie. Se mantiene una posición alta para entrar limpiamente en el agua.

¿A partir de qué edad se puede enseñar a un niño?

“La técnica de tirarse de cabeza se puede aprender desde edades tempranas (entre los 5 y 6 años de edad), aunque depende de las características de cada persona y de su desarrollo. Siempre controlado por un profesional, mediante prácticas y actividades lúdicas en las cuales los practicantes se diviertan y aprendan jugando, utilizando metodologías de enseñanza adecuadas a su edad y a la adquisición de nuevas habilidades que le faciliten su desarrollo evolutivo. No pensando en el resultado, sino en el proceso”, advierte el entrenador.

La natación es un deporte individual, en el que la técnica es fundamental para que, en el futuro, el nadador sepa ejecutar el gesto técnico lo más eficiente posible (es decir, de calidad y con el mínimo gasto energético) y, de esta forma, ganar tiempo en las competiciones. Para ello, hay que practicar el gesto técnico de la salida repetidas veces enlazando con el movimiento ondulatorio subacuático hasta la salida de los 15 metros.

“Si queremos enseñar a niños a tirarse de cabeza, se recomienda empezar realizando entradas al agua de diferentes formas (de pie, de palillo, etc.) con el objetivo de que se les vaya el miedo”, especifica Zaragozá-Sevilla.

Una vez se ha conseguido que no tengan miedo a saltar, se les enseña a entrar al agua desde el borde de la piscina, tumbados decúbito prono encima de una colchoneta que deslice en posición de flecha (brazos extendidos, manos juntas, cabeza metida entre los brazos, piernas extendidas y pies en flexión plantar).

El segundo paso sería, entrar al agua desde el borde de la piscina (también encima de una colchoneta) en posición de rodillas y con los brazos extendidos y la cabeza metida ellos.

Una variante de este ejercicio sería entrar al agua, pero a través de un aro que estará flotando.

El profesor de Educación Física señala que un nivel más de dificultad sería en posición de pie, pero con las piernas juntas y flexionadas, y con los brazos extendidos y la cabeza metida entre ellos. “En este ejercicio hay que tener especial cuidado para que cuando los niños entren al agua no den la voltereta. Se recomienda poner el aro a una cierta distancia. Además, a partir de este ejercicio ya hay que incidir en que la posición del cuerpo tiene que tener cierta tensión (sobre todo en los brazos) para que no se acostumbren a flexionarlos o separarlos a la entrada al agua”, indica.

Los siguientes ejercicios serán igual, simplemente hay que alejar más el aro, hasta que consigan entrar al agua por dentro de este, de un impulso y no dejándose caer.

Consejos para mejorar la técnica

Para mejorar la técnica de tirarse de cabeza en competición, dice Zaragozá-Sevilla, es necesario entrenar la fuerza de los miembros inferiores (sobre todo la fuerza máxima) mediante ejercicios que produzcan una transferencia al deportista en el gesto técnico.

La flexibilidad es otro factor importante que no se debe olvidar, sobre todo en este deporte. Además, hay que entrenar la velocidad de reacción, con el objetivo de estar preparado para el ‘disparo de salida’. Además, es importante entrenar el movimiento ondulatorio subacuático. Este entrenamiento puede marcar la diferencia en competición”, concluye el experto.

Fuente: http://ow.ly/eisk30ppCt8